Paso del Aire y Puerto de las Palomas
El pueblo de Burunchel
Tomamos dirección al Parque Natural por la carretera A-319, atravesando el pueblo de La Iruela y el de Burunchel, justo antes de entrar en sus límites, continuamos por la sinuosa carretera de montaña, ascendiendo hasta alcanzar el Puerto de las Palomas y el Paso del Aire, en este punto podemos aprovechar para realizar la primera parada contemplando la diferencia de paisaje existente entre la vertiente orientada al Valle del Guadalquivir y la orientada a la campiña agrícola cubierta por el manto de olivos que cubren estas tierras.
Mirador del Paso del Aire
En un primer plano de la panorámica que os muestro se puede observar, como elemento predominante del Parque Natural y concretamente de este paisaje, las repoblaciones de pino carrasco. Este es una de las tres especies de pino presentes en la zona. A la izquierda de la imagen se divisa la bella campiña, ya fuera de los límites de este Parque. El cultivo del olivar, tan característico en esta Comarca de Cazorla, sigue una serie de parcelaciones a favor de las barreras naturales, distinguiéndose perfectamente las plantaciones más jóvenes de aquellas más antiguas, con un mayor porte de los árboles.
Vistas desde el Paso del Aire
Se pueden ver también las manchas de vegetación más cerradas entre el olivar. Se sitúan preferentemente en zonas próximas a los cauces, en laderas de más pendiente y sobre afloramientos rocosos que dificultan el cultivo. Estas manchas aisladas, o “bosques-islas”, no son sino retazos del primitivo encinar mediterráneo que antaño pobló estos territorios. Este bosque primigenio desapareció con la roturación de las tierras, tala para carboneo y carpintería de ribera, incendios, aclareo para la prevención de emboscadas… No obstante su carácter disperso, aún conservan un gran valor ambiental.
Panorámica Paso del Aire
En la orilla izquierda de la carretera que subimos nos encontraremos con unas vistas maravillosas, desde donde podemos divisar el Mirador del Puerto. Con algo de paciencia y suerte podemos, sirviéndonos de la proximidad de un comedero de carroñeras, disfrutar del majestuoso vuelo del Buitre leonado la más numerosa de nuestras grandes rapaces, la cual nos deleitará con pasadas a escasos metros de la copa de los pinos que nos rodean, también es factible contemplar desde aquí otras especies de rapaces como los ratoneros y las águilas calzadas.
Poblado de Arroyo Frío
Desde el Mirador del Puerto de las Palomas podremos disfrutar de una amplia vista de este valle del río Guadalquivir y de las numerosas cumbres que lo jalonan. En el centro se puede ver Arroyo Frío, una pedanía perteneciente al municipio de La Iruela. Su ubicación representa como el ser humano ha buscado siempre para su asentamiento lugares aptos para el desarrollo de sus actividades agrícolas y ganaderas. Pero actualmente, su principal fuente económica es el turismo debido a la situación privilegiada que posee dentro del Parque.
Mirador del Puerto de las Palomas
Es en sus cimas donde se encuentra la esencia misma de estas tierras. Desde el Puerto de las Palomas , una vez ya superados los núcleos de La Iruela y Burunchel, se puede observar la impresionante cabecera del Guadalquivir, valle rodeado de alturas como Las Empanadas (2106 m), la Cabrilla (2032 m), el Banderillas ( 1993 m), el Cabañas (2036 m) o el Gilillo (1837 m). La combinación en Cazorla de estas cordilleras y las abundantes precipitaciones provocan la aparición de microclimas que dan lugar a parajes de excepcional interés cinegético y botánico.
Vistas desde el mirador del Puerto de las Palomas
Desde aquí, en una de sus múltiples y maravillosas imágenes, se puede observar la afamada y brillante Cerrada del Utrero, donde el río Guadalquivir ha tallado durante miles de años una gigantesca y profunda garganta. Como casi todos mis lectores recuerdan de otros post referentes a esta cerrada, las aguas del arroyo de Linarejos se precipitan en forma de cascada, siendo especialmente espectacular en épocas de grandes precipitaciones o de alguna que otra nevada. Incluso desde este mirador se puede distinguir a lo lejos el sendero que nos invita a visitar esta fascinante ruta.
El Valle del Guadalquivir
El relieve que domina este valle presenta, en los múltiples afloramientos rocosos que se pueden ver, una marcada horinzotalidad. Esto se refleja en la disposición de sus estratos o capas, que han ido dando lugar a estos impresionantes macizos calizos, labrados a lo largo del dilatado tiempo geológico en forma de cortados por el cauce del río. El valle del Guadalquivir se ha encajonado erosionando los materiales jurásicos y aparece el Trías, que al ser más fácilmente erosionable, ha originado un valle más amplio que en el resto de los valles de esta zona.
Al fondo el monte de los Poyos de la Mesa
En invierno los hielos se cuelan por las rendijas de la roca caliza fragmentando su orografía en la que se conoce como gelifracción y en verano el agua procedente del deshielo discurre por infinitos riachuelos a través de la roca haciendo del paisaje un organismo vivo y cambiante. Es imprescindible destacar el valor paisajístico del parque. El relieve escarpado, la exuberante vegetación y la presencia constante del agua ofrecen multitud de rincones de gran belleza. La principal amenaza del parque, tanto para la flora como para la fauna son los incendios forestales, que ya han tenido lugar, y cada vez con más frecuencia, con desastrosas consecuencias en algunas zonas del Parque.
Zona en recuperación por el fuego
En el verano de 2005 en la Sierra de las Villas y ladera oeste del Tranco donde ardieron más de 5.000 hectáreas tras una tormenta eléctrica en plena ola de calor récord; en pleno corazón del parque, ha sido el más devastador y masivo desastre del Parque en su historia. En el 2001 por el Puerto de las Palomas donde ardieron (intencionadamente) unas 800 hectáreas, sin que todavía a fecha de hoy se haya actuado seriamente por la administración para su repoblación urgente. En la Vacarizuela a primeros de los noventa donde ardieron unas ochocientas hectáreas, o por la Torre del Vinagre donde en el 1986 ardieron unas mil hectáreas.
Mirador del Puerto de la Palomas
Al ritmo de desarrollo de ésta gravísima amenaza, sería vital para que el Parque sobreviva un incremento proporcionalmente mayor del esfuerzo de los planes de prevención, vigilancia y extinción de incendios, respecto del aumento exponencial del riesgo de incendios que se observa año tras año. Otra amenaza es la sobreexplotación turística donde en puntos como Arroyo Frío, ha crecido la oferta turística en los últimos años de manera exagerada. Las epidemias, como las de sarna que diezmó la población de cabra Hispánica en la década de los noventa, o la del Cangrejo de río que a raíz de un hongo que se propagó con la introducción de cangrejo americano prácticamente ha extinguido al cangrejo común.
Vista dese el Paso del Aire
Igualmente, la flora sufre epidemias que matan y enferman extensas zonas boscosas, como la procesionaria de las coníferas. Otros problemas menores pero también presentes son la caza furtiva, la reducción y fragmentación de hábitats, los atropellos en las carreteras del parque, la extracción de madera, etc. El cambio climático, ya presente, ha supuesto una mayor irregularidad del nivel pluviómetro en Cazorla, lo que también va a poner en peligro la conservación de la flora autóctona y de todo el ecosistema por extensión.
Qué lugares tan hermosos, llenos de luz y vida. Parece increíble que aquí se pueda instalar la nieve. No me extraña que los turistas busquen lugares como éste, donde poder tomarse un respiro, después de haber vivido los agobios de las grandes ciudades.
ResponderEliminarEsperemos que todos estos problemas que están incidiendo en el cambio del hábitat, se pueda subsanar por el bien de la humanidad.
Un fuerte abrazo.