Evolución Urbanística y vías de comunicación de la Ciudad de Cazorla

Vista de Cazorla
.
Diremos que los pueblos no siguen un avance rítmico y acompasado en su crecimiento urbanístico; se puede comprobar repasando algunas de las muchas - biografías – de ciudades publicadas en la segunda mitad del siglo XX. El ritmo de tal crecimiento refleja, en parte, que en los tiempos más recientes el progreso urbanístico crece en proporción geométrica respecto al tiempo de su calendario. Pero tal afirmación, aseverada hoy en ciertos aspectos, como en el crecimiento de las grandes ciudades cosmopolitas, en su afirmación general es falsa, pues a la vez estamos contemplando la despoblación de muchas villas en gran parte del mundo.
.
Vivienda medieval
.
Por eso sería más exacto decir que el crecimiento de las poblaciones es arrítmico, habiendo periodos alternantes de gran auge y otros de lánguida quietud, lo que suele coincidir con etapas de esplendor y de penuria económica en sus comarcas. Sin embargo, tampoco es esta causa económica la única operante en el fenómeno que contemplamos; hay muchas otras.
.

Convento de "La Merced"
.
Pero a lo que Cazorla se refiere, de los factores condicionantes principales, aunque no sean los únicos, de su crecimiento histórico-urbanístico, unos son naturales y casi intemporales, como la topografía de la superficie en que está asentado el pueblo, o los caminos y vías de comunicación con las comarcas exteriores. Otros serian factores socio-político-económicos como la terminación de la Reconquista; el Renacimiento, con la fundación de los conventos locales, la Desamortización, y la Industrialización.
.
Fuente pública de "Las Cadenas"
.
Es muy de notar que la existencia de un yacimiento más o menos abundante de agua potable es casi decisivo para el mantenimiento o desaparición de una población; pero con respecto a Cazorla fue inoperante, dada la abundancia de fuentes caudalosas en su área o en sus inmediaciones, y porque el gran caz de agua de Nacelrío, que algunos documentos antiguos dicen que daban nombre a - Caz-orla – y que se cree fue construida en el siglo XVI para abastecer a los conventos y a sus huertas, tiene tal caudal, que este no ha escaseado en las fuentes públicas: la del Herrón, la Fuente Nueva, la Cruz de Orea, etc.
.
Calles en la ladera de la Peña de los Alcones
.
La topografía es un factor puramente natural que influye en la expansión urbanística de Cazorla desde que a mediados del siglo XV, comienza a desbordarse su casco medieval hacia el norte. Si observamos en un plano de curvas de nivel la ladera de la Peña de los Alcones, en cuya falda se encuentra Cazorla, o miramos una fotografía de este paraje, se apreciará fácilmente la existencia de cuatro pequeñas vaguadas y cinco colinas alternantes, orientadas en su pendiente de Este a Oeste, y que arrancan en - Las Calles Oscuras – al pie de la Peña de los Alcones, y termina en el río Cerezuelo.
.
Mirador del camino forestal
.
Las cinco colinas corresponden respectivamente, de Norte a Sur, con la morra pétrea de la Virgen de la Cabeza, con los tres miradores del camino forestal, y con la ladera de San Sebastián; las cuatro vaguadas alternaban con aquellas colinas, pasada la primavera y precediendo a la última. Tales vaguadas y colinas, en los años cincuenta, fueron corregidas y sujetadas sus torrenteras, embelleciendo su paisaje con repoblaciones forestales, haciéndolas así menos acusadas que lo eran antes por causa de la despoblación de arbolado en aquel lugar, paraje que hasta el siglo XVIII debió tener bosque (talado después por leñadores y cabreros dañinos), como puede observarse en las viejas pinturas.
.
Placa que hace referencia a la tormenta de 1694
.
Anteriormente era patente su enorme y acusada erosión, por cuya pelada superficie corría torrencialmente el agua de las lluvias, y más dañinas aún la de las tormentas, algunas de las cuales se hicieron tristemente famosas, como la de 1694, que se precipitó por las dos ultimas vaguadas hacia el sur, convergiendo y chocando contra el muro Este de Santa María, en donde las aguas tomaron altura en la cúpula, según dice un viejo documento, causando daños y muertes.
. Efectos de la tormenta (1921)
.
También mencionaremos la de 1921, que bajó por la precedente vaguada y arrió El Herrón, la calle de La Fuente Nueva, hundiendo el goterón de La Herrería (hoy balcón del pintor Zabaleta), y la de 1952, que siguió la ruta de la primera vaguada del Norte, al pie de la Virgen de la Cabeza, y que por el goterón de La Tejera socavó el subsuelo de la Plaza de los Mártires.
.
Calle típica
.
Por temor a tales catástrofes, y viendo que el horizonte hacia el Sur estaba taponado por el Castillo, su árido cerro y la Hoz del Cerezuelo, los cazorleños, al construir sus casas en el ensanche hacia el Norte, sostuvieron una constante lucha con el terreno, procurando edificar sus viviendas sobre las colinas más próximas, rehuyendo los arroyos, aunque no prescinden de ellos ya que al ser muy precario el servicio de alcantarillado, eran las únicas alcantarillas normales para la evacuación cotidiana de los residuos domésticos. Así pues, los pequeños alcores y los arroyuelos que bajaban paralelos desde la falda de la peña hasta el río, cumplen la doble expansión urbanística de Cazorla.
.
Subida de la calle del Carmen
.
En cuanto a las vías de comunicación, hasta mediados de la centuria pasada, cuatro eran los caminos más importantes que unían a Cazorla con sus vecinos comarcanos, siendo de notar que casi siempre coinciden estos viejos caminos con las cañadas o cordeles de mesta, cuya red cruzaba el Adelantamiento. Hacia Levante existía el viejo camino de La Iruela, que partiendo del centro de nuestra villa subía por lo que luego sería calle del Carmen, y saliendo por los Posteles, llegaba a la villa vecina, en la que entraba por la Garita. Este camino, tras de cruzar de Oeste a Este a La Iruela, que lo toma por eje de su urbanización, seguirá luego hasta Burunchel, donde hará enlace con la cañada de mesta que venia desde Nubla a la Sierra, y por allí hasta los pueblos de las comarcas fronterizas de Huescar y Segura de la Sierra.
.
Plaza de Santa María
.
En dirección contraria, hacia Poniente, desde la Plaza de Santa María parte el camino de Quesada, por detrás de Los Caños, por la Pedriza y por bajo de la ermita de San Isicio, continuando por La Pasadilla, donde cruza La Mojonera, por donde entra en el término de la entonces villa vecina. Este es un camino de gran valor estratégico, pues en esa dirección es por donde la frontera de los moros está más cercana y por donde es más peligrosa su vecindad.
.
Rincón a las faldas del Castillo
.
También de la plaza de Santa María, por la calle donde estaba el palacio de los Adelantados - La Casa de las Torres – calle que luego se llamará de la Luz, parte el camino que, por Las Cabezuelas y el Barranco, nos comunicaba primero con Peal de Becerro, y después con Torreperogil y Úbeda, si bien con la dificultad, en este último tramo, de tener que remontar, en los tiempos de lluvia, el río Guadalquivir arriba, hasta llegar al vado de la Arijuela, lo que causaba que su marcha se hiciera más larga. Por él hicieron los franceses - las XXIII venidas – que la historia nos cuenta, hasta vencer la heroica resistencia de los cazorleños frente al invasor, lo que le valió a Cazorla el título de Muy Noble y Leal Ciudad.
.
Al fondo, La Herrería
.
Pero la ruta antigua más importante fue el Camino Ancho de Nubla, que partiendo también de la plaza de Santa María, remontaba la - Bajada a la plaza – hasta alcanzar el paso de la torrentera de la Fuente Nueva por la Herrería, único lugar transitable, siguiendo este camino por el último tramo de la hoy calle de Nubla y bajando por la ahora calle de San Francisco, por la Cruz de Orea y por la Alcantarilla, extramuros de la ciudad, pasando junto a las ruinas romanas de la mencionada Nubla, y después cruza el Betis, junto a Santo Tomé, por los vados del Guadalquivir y del Cabrahígo, camino de Villacarrillo y de las otras villas del Adelantamiento allendelrío: Iznatoraf, Villanueva del Arzobispo y Sorihuela de Guadalimar, sitos en la ruta de Toledo, y que eran los lugares que más relación, oficial y comercial, tenían con la cabecera de la comarca.

Comentarios

  1. Buen trabajo Abraham!

    Un placer leerte y seguir en la memoria ese andar tranquilo por esas calles de Cazorla.

    Estuve fuera de juego, durante algunas semanas, por el apéndice. Ya estoy casi recuperada, y con ganas de ponerme al día con vuestros blogs.

    Un abrazo amigo!

    ResponderEliminar
  2. Como siempre, interesante documentación sobre Cazorla. Y muy curiosas las fotos antiguas. Las actuales, ya se sabe, una preciosidad. El hombre siempre ha buscado su asentamiento junto alguna corriente de agua, pero eso ha sido muchas veces causa de su destrucción. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Una buena serie,bien descrita y sabiendo algo mas de Cazorla:saludos

    ResponderEliminar
  4. Que fotos más bonitas, después de algunos meses de mi paso por Cazorla, estas imágenes me traen muy buenos recuerdos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por prestarnos por un momento, no solo tus ojos y oidos, sino principalmente tu corazón, para narrarnos con tanto esmero, este importante aspecto de tu querida tierra.

    Pensaba sugerirte su pudieses contarnos algo de la historia de Cazorla, de sus inicios, fundación, personajes importantes, etc.

    Seguiremos en contacto!

    Saludos desde Lima!

    Galileus.

    ResponderEliminar
  6. menudo documentalista gráfico que estás, un buen trabajo amigo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Dejame tu comentario