Luces y sombras en tus viejas calles

Vista de Cazorla y su castillo
Yo, al igual que muchos otros, soy un enamorado de las calles estrechas, como estas de Cazorla, por las que paseo esta mañana. Calles donde parecen besarse los aleros de sus tejados entre el azul del cielo. Son estrechas porque le sobra la luz y les apetece la sombra, aunque en esta mañana fría de invierno tenga ganas de tomar el sol. Muchas veces me he planteado la teoría de que la luz y la sombra son los elementos que regulan la amplitud de las calles. Pero cuando viajamos por otros lugares acontece que la realidad no se deja influir por esta teoría física.
Calle Collazos
Y es fácil comprobarlo: Por ejemplo, Cuenca, ciudad de largo y crudo invierno, tiene calles infinitamente estrechas; en cambio son anchas las de los pueblos de la llanura andaluza, llenas de un sol implacable. Si recurrimos a la historia, el Faraón Amenofis IV construyó en Tell el Amarna, muchos siglos antes de Jesucristo, una ciudad con calles de cuarenta y cinco metros de anchura, dimensión que puede considerarse precursora de la de nuestras grandes avenidas. Resulta evidente, por tanto, que la hipótesis del medio es insuficiente para poder explicar la anchura o estrechez de las calles.
Peñón del Rey
Los pueblos medievales, se apiñan en las laderas de los montes, buscando el amparo de algún que otro castillo señorial, pues aquellos tiempos eran de continuas guerras. Paseando por las calles del casco antiguo de Cazorla, podemos encontrarnos con esta reflexión y podemos decir que el núcleo urbano aparece determinado por factores físicos, pero sobretodo por la decisión humana de seguir guerreando.
Casa típica
Si, he dicho por decisión humana, y como tal obra humana lleva así la importancia del espíritu, y las calles anchas o angostas no son, por tanto, consecuencias automáticas del clima, sino la manifestación de dos estilos distintos desde los que afronta la existencia la humanidad que por ella pasea, como yo lo hago esta mañana.
Calle Llera
Estas calles estrechas de Cazorla, por donde paseo esta fresca mañana invernal, son calles vueltas hacia dentro, que serpentean esquivando las amplias perspectivas, con sus cansadas pendientes, llenas de cordiales vecinos, de ruidos domésticos, de transeúntes anónimos que pasean por la fresca mañana… Siempre asociamos las calles estrechas con la palabra antiguo, y creo que es verdad, una calle estrecha es siempre antigua, como lo es moderna una calle ancha, que solo aparece en las etapas más evolucionadas de la cultura que la construye.
Calle Hoz Alta
Estas calles estrechas ya han quedado a nuestra espalda, y es inútil volver la cabeza con un vago gesto de nostalgia. Por eso, cuando camino por entre estas calles estrechas de Cazorla, a menos que nos sea muy familiar, es como si penetrásemos en un mundo extraño, del que queda fuera nuestra personalidad cotidiana.
Barriada de La Hoz
Cuando me sitúo en sus calles, creo que salgo del ambiente que me corresponde, y mi estancia allí solo puede ser provisional: una estancia fugaz para oír el eco de nuestros pasos, que rebotan en las esquinas como en un mundo poético, y para ver su vigilante castillo medieval: una vieja fortaleza construida o reparada en la segunda mitad del siglo XIV por el Arzobispo Don Pedro Tenorio, quien, si no me equivoco, la recuerda orgullosamente en su testamento llamándole – fermosa e costosa torre -
Callejón de La Hoz
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¡Rincón serrano! Lo eres todo.
Luces y sombras en tus callejas.
Historia y torres. Véspero y día.
Cruz y bandera.
Chilaba y casco. Sierra y regato.
Adelantado de vuestras gestas.
Cita de siglos que se encontraron
en tus fachadas.
Eres… Cazorla, bastión y cuna
de nuestra raza.
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(Del poeta cazorleño Miguel Salas Caballero)

Comentarios

  1. Hola amigo Abraham, no conozco Cazorla pero viendo tus fotografías parece como si hubiera estado, excelentes instantáneas muy buena la fotometría y la telemetría. Gracias.
    Un saludo.
    Eugenio.

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  2. Hola Abraham, esta serie que has publicado hoy es espléndida, con esas bonitas calles engalanadas, con esas casas blancas típicas de Andalucia, y además si acompañas las fotografias con un gran texto y con poema sensacional de un poeta paisano .En definitiva espectaculares fotografias. Saludos amigo!

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  3. Hola Abraham, no he venido antes, pues estuve fuera de Gijón, pero veo que llego a tiempo de disfrutar de este maravilloso recorrido que nos remonta a épocas pasadas, pero que en Cazorla siguen vivas. Es un privilegio la luz de la que disfrutáis en Andalucía, así como esa forma de vida relajada y cercana. Las calles estrechas invitan al diálogo y al contacto con las personas.
    Son una maravilla tus reportajes, y la calidad de tus fotos.
    Felicidades.
    Me encantaría recibir esa fotografía de Gijón. Mi Email lo tienes a tu disposición en mi perfil.
    Hoy he puesto un segundo recorrido por mi ciudad. No se puede comparar con los tuyos, pero quizás te recuerden tu estancia por estas tierras.
    Saludos.

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  4. Y entre viejas calles se erige Cazorla la ciudad pesebre de hermosos paisajes de naturaleza y piedra, de angostos pasajes y múltiples formas.

    No canso de decirte que tienes una bonita ciudad y muy bien que la das a conocer.

    Saludos

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  5. Interesantísimo artículo Abraham, siempre nos han contado que la estrechez de las calles nos viene por la influencia del urbanismo árabe, el cual daba mucha importancia a la sombra en lugares desérticos con un sol de justicia, de donde eran originarios, y también por la propia psicología de ese pueblo (elemento que estará relacionado con el anterior, una cosa lleva a la otra), que daba más importancia a la vida privada que a la pública, de ahí que tengan pocos espacios públicos abiertos al estilo de la anterior arquitectura grecorromana y muchos patios espaciosos en el interior de sus casas, elementos que, seguramente, son ciertos, pero que no serán los únicos, de ahí que el elemento de la belicosidad, que bien apuntas, también supongo que tendría mucho que ver en ese entramado de calles tortuosas sobre altozanos y lugares de difícil acceso o fácil defensa donde no se puede concebir un urbanismo abierto y donde la falta de espacio interior es clara, pero ¡claro!, no eran tiempos para construir una población en el llano con anchas calles. Bonitas fotos y bonito poema Abraham, un saludo

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  6. Hola Abraham,

    fantásticas fotos nos presentas de una tierra realmente preciosa. Viéndolas dan ganas de pasear por esas callejuelas estrechas y encaladas que, personalmente tanto me gustan.

    De verdad, muy bonita tu Panorámica Cazorlense.

    Un abrazo.

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  7. ...es cierto, tus fotos invitan a perderse por esos pueblos con tanto encanto... te agradezco tu visita y comentario, seguiré pasando por aquí...

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  8. Hola Abraham
    He pasado a visitarte y me han encantado tus fotos y los ángulos de las callejuelas que invitan a perderse en ellas. El complemento de tu trabajo es el texto, admiro tus descripciones. Ha sido un placer.
    Saludos.

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