Las Ruinas quedaron en silencio

Ruinas de Santa María
Este espacio majestuoso, el que fuera destinado para grandes acontecimiento tanto artísticos como religiosos, durante largo tiempo. Era el centro de reunión festiva para miles de cazorleños que pasaban largas horas contemplando su arquitectura herida y a la vez disfrutando, por ejemplo, de unos bailes serranos, de una obra de teatro, de una actuación musical, de una misa al aire libre…
¡Que tiempos aquellos!, hasta en su plaza se ofrecían fuegos de artificio en honor del Cristo del Consuelo. Que entorno más maravilloso. Que hacinamiento de multitudes mirando hacia arriba y poniéndose la mano en la frente como viseras improvisadas para que la carbonilla de los fuegos no nos dejaran ciegos. Que gritos de admiración cuando veíamos subir esos fuegos de colores. Cuantos niños se hacían los valientes a hombros de sus padres, y cuantos otros lloraban por el ruido ensordecedor de las tracas…
¡Que tiempos aquellos!, pero las Ruinas callaron quizás para siempre, se quedaron en un magestuoso silencio que vuelve todas las noches.

Comentarios